viernes, 7 de junio de 2019

XILITLA-LUGAR DE CARACOLES



    Las carreteras y caminos comenzaban a serpentear entre las montañas.  Hasta ahora la ruta no había presentado zonas abruptas, pero nos dirigimos a la parte alta de la Sierra.  Con los cinturones de seguridad bien ajustados, quietos, callados, vemos desfilar valles, barrancos y cañones en una sucesión de nubes blancas, rocas, espeso follaje y cielo azul.  Enclavado en la Sierra Madre Oriental, en lo alto de la Huasteca, está XILITLA.  Declarado Pueblo Mágico por los atractivos que ofrece la región, es un pueblo cafetalero, donde además se cultivan cítricos aprovechando los beneficios del clima que posee. 
     Los 91 kilómetros que separan la ciudad de Valles de Xilitla se recorren en cerca de dos horas, No se puede ir de prisa.  La extensa vegetación de esta zona, las caídas de agua, las formaciones rocosas logran un encuentro mágico con la naturaleza virgen.
     Llegamos al pueblo y encontramos alojamiento en un antiguo y colorido hotel situado en la punta de una de las tantas calles inclinadas que forman el poblado.  Resultaba difícil caminar erguido, a pesar de que ya estamos algo acostumbrados al sube y baja en los barrios de la capital.
     Ocupamos una enorme habitación donde todos podíamos dormir cómodamente y hasta desayunar, porque aparte de las camas, tenía un pequeño salón-comedor, un baño amplio y ventanales y balcones desde los que se veían las montañas, el poblado, y por los que también penetraban las nubes cuando había amenaza de lluvia, tan habitual en la zona.  En los hoteles modernos, sería una suite.  El ascensor tenía problemas técnicos, y más de una vez preferí las escaleras por si daba la casualidad de que tuviera uno de sus fallos conmigo de pasajera.
     Frente al hotel, en una “banqueta” (acera) estrecha se sientan los huastecos a vender sus productos, al igual que en un gran tianguis que instalan en el parque del pueblo, con su kiosco, sus bancos, sus vendedores de cestos, y su parroquia.
     Salimos a caminar por las calles llenas de turistas, de vendedores y negocios.  La actividad comercial es herencia en el pueblo mexicano.  En cada estado, región, montaña o valle, se encuentran mercaderes que ofrecen lo inimaginable.  Allí compré una crema para dolores musculares, con tantos ingredientes, que no me explico cómo cabía en el pomo, con un hongo alucinógeno como remedio principal que, según las recomendaciones, funcionaba igual que un diclofenaco.
     Luego de reconocer el terreno, y localizar cafeterías y fondas, compramos alimentos y los llevamos al hotel, para comer tranquilos y sin prisa.  Esa tarde no pudimos salir.  Estamos como a 2000 metros de altura, en un ambiente muy húmedo.  En verano no es extraño que las precipitaciones diarias sean parte de la excursión, y el aguacero que nos impidió el paseo vespertino lo demostró.
     Son muchos los atractivos que Xilitla ofrece a los visitantes, pero sin lugar a duda el que ostenta el primer lugar es el Jardín Surrealista de Edward James, en Las Pozas.  Mañana lo visitaremos temprano, antes que comience a llover de nuevo.
Fotos de la autora.
Corrección de estilo. Nilda Bouzot.


    
    
   



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