En pleno campismo encendimos el
asador, pusimos a cocinar unas “botanitas”, pechuguitas, cebollitas, carnitas.
La temperatura estaba muy fresca
y agradable, encendimos la TV y por cable estaban transmitiendo un juego de béisbol
de la serie nacional de Cuba, en ese momento los aficionados se sintieron
realizados.
Fuimos comiendo a medida que se
cocinaba, picoteando, y cuando comenzó a caer la tarde y bajar la temperatura,
encendimos la chimenea, que nos calentó el lugar, solo que a la hora de dormir
se había consumido toda la leña, y era de noche y no teníamos almacenada. (pagamos la novatada).
Las camas eran grandes, con
buenos colchones, un poco duros para mi gusto porque el bastidor era de madera,
pero el frío comenzó a apoderarse de la noche y ya me había asegurado de que no
pudieran entrar “bichos” (arañas, reptiles y similares), todo estaba oscuro,
con una luna llena brillante y solitaria en el cielo, lista para que
aparecieran los coyotes, pero no, solo se oyeron los ladridos de los perros de
las casas vecinas.
No pude dormir bien, la
temperatura bajó de qué manera, los demás como lirones, pero yo soy en extremo
friolenta, tenía como cuatro colchas encima aparte de la ropa que llevaba
puesta.
Amanecí en la sala, envuelta en cobijas
y en cuanto salió el sol, me senté en el frente de la cabaña para calentarme.
Al principio pensamos quedarnos
dos noches, pero se decidió que no, que había mucho frío en la noche y era
preferible conocer otro lugar.
Ya éste lo habíamos
experimentado. A mediodía entregamos la cabaña, y pusimos rumbo al
pueblo, un lugar de montaña, con las calles estrechas e inclinadas de piedra y
rocas, subes y bajas constantemente. Con casas antiguas, la habitual plaza con
su iglesia, su fuente y su kiosco o glorieta.
El nombre Mazamitla significa
“tierra donde se cazan venados con flechas”
Caminando por el poblado nos
abordó una joven, promotora turística del lugar, que nos vendió el tour
“Explora Mazamitla”, en un microbús muy cómodo que recorría los principales atractivos
de la zona y los
asentamientos donde están las cabañas que se rentan para descanso y
montañismo.
Hay otro recorrido a través de
las montañas que se hace en un camión descubierto, tipo “camión serrano” pero
se dejó para otra oportunidad.
El conductor y guía del tour un
hombre ya mayor, hace muy ameno el paseo, se baja, explica, comparte con los
pasajeros.
La primera parada fue en un
Mirador desde donde se divisa un valle con un pequeño lago, al que van de
pesquería los que se hospedan en las lujosas cabañas de ese lugar. Realmente
parecía una postal.
Tienen un Club donde exhiben
fotos interesantes del lugar, de su historia y amenizan con música de los
cantantes de la zona, una vez más constato el orgullo que sienten los mexicanos
por su país, y la importancia de promover lo autóctono.
El paseo dura tres horas,
visitamos entre otros un lugar llamado Tamazula, un área que cuenta con una
Tirolesa (Kanopi) de más de 1 kilómetro de largo y 200 de altura que atraviesa
de una montaña a otra.
A los que se arriesgan los llevan
hasta la cima de una de las lomas en una camioneta y de ahí se lanzan.
Hay paredes preparadas para
escalar, Gotcha (tiradero de balas de pintura) una cascada de aguas limpias que
baja de las montañas, terrazas, todo rústico, hasta un solitario venado en
exhibición había en el lugar.
El guía sin apuro espera por el
viajero que esté experimentando una de estas ofertas.
Otro lugar interesante es una
destilería donde elaboran vino, licor, mermelada y jugos de zarzamora, todo
manual y orgánico. Los sembrados de la fruta están allí mismo o al revés, la
fábrica de 5 o 6 operarios está en el campo.
Después de degustar los
productos que fabrican, es imposible no comprar alguno.
Otro lugar fue una villa de más
categoría y valor. Preciosa instalación, con cabañas de lujo, jardines,
restaurantes, SPA, lagos, jacuzzi, algo inimaginable en medio de las montañas.
Hay calles dedicadas a la
exhibición y venta de artículos de los artesanos regionales, aunque ese día no
había muchos, vi unos cuadros hechos con papel de la corteza de los pinos,
impresionante.
El clima es seco, la altitud de
más de 2,000 metros, la temperatura mínima es de 7 grados y la máxima de 25
grados C.
La fauna principal la componen
venados, coyotes, gatos monteses, reptiles.
Ya tarde regresamos a
Guadalajara, después de un largo día de nuevas rutas y emociones.
Compartimos con los amigos,
descansamos, y al día siguiente emprendimos el regreso, llevando lindos lugares
en el recuerdo, nuevas amistades y listos para las próximas vacaciones.
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