Cada 12 de diciembre, La Villa-Guadalupe recibe a los miles y
millones de fieles y peregrinos de todos los estados de México y países de
Latinoamérica que se trasladan hasta el sagrado lugar para cantar,
orar,celebrar, cumplir su promesa o simplemente ofrendar sus votos de fé a la
“morenita” mexicana.
El papa Juan Pablo II nombró a la Virgen de Guadalupe “la Patrona
de América”, durante su visita a México en 1999.
Pero además se le conoce como “Emperatriz de las Américas,” “La
misionera celeste del Nuevo Mundo”
La siguiente publicación, del sitio www.catholic.net refleja de la mejor manera el fervor del
pueblo mexicano por su virgencita.
Qué más se puede decir…
«Guadalupe
vela por su pueblo. Está en todos los hogares, y es testigo de ilusiones sin
fin, de ocultos deseos, de fervorosos trabajos. Se halla en el vehículo que
transporta al mexicano, y cuida a un mismo tiempo al conductor y al pasaje.
Se convierte en compañera infatigable que nos sigue a todas partes escondida entre los papeles de la cartera, o bien entre pañuelitos y barras de labios. Se hace poner en relieve en medallas que cuelgan del cuello de los hombres, mujeres y niños. Preside, con su presencia, capillas múltiples en todas las iglesias de México y aun en el extranjero, especialmente en nuestra Iberoamérica.
Se convierte en compañera infatigable que nos sigue a todas partes escondida entre los papeles de la cartera, o bien entre pañuelitos y barras de labios. Se hace poner en relieve en medallas que cuelgan del cuello de los hombres, mujeres y niños. Preside, con su presencia, capillas múltiples en todas las iglesias de México y aun en el extranjero, especialmente en nuestra Iberoamérica.
Viaja igual en las ondas de la radio que en los canales de la
televisión, y hasta en las confortables cabinas de los aviones o en los
camarotes de los grandes trasatlánticos. Igual ensalzada en las gargantas
cancioneras de mariachis, que en conferencias de letrados. Todo habla de Ella.
Todo en México está integrado por su dulce espíritu, y cuanto de bueno tiene el
mexicano gusta de atribuirlo a la suave sonrisa de la Virgen.
Inspira trovas en los poetas, ensayos en los eruditos, elegías en los religiosos y bellas palabras en los enamorados. Es asistente forzosa a inauguraciones y bendiciones de casas, edificios, tiendas, oficinas, industrias y despachos. Cuida a los enfermos en innumerables camas de hospitales. Vigila en las estaciones la llegada y salida de los trenes. Sonríe a los obreros, y mira con amor al político que planea con afán la mejoría del pueblo.
Posa incansablemente para los artistas de México. Se encuentra en colegios, institutos y universidades, presidiendo la educación de nuestros escolares. Se pinta en banderas y estandartes, y tremola en el aire vibrante de la Patria.
En todas partes está nuestra Lupita. México entero se halla saturado de su imagen, de su presencia y de su amor. Todo México tiene que ver con la Guadalupe que da su nombre a personas, a villas y poblados, a tiendas, fábricas, haciendas, rancherías, granjas, colonias, teatros y hoteles. Es como si la Virgen de Guadalupe se hubiera convertido en substancia de la Patria». Por: P. Jorge Loring Catholic.net | Fuente: www.Catholic .Net
Inspira trovas en los poetas, ensayos en los eruditos, elegías en los religiosos y bellas palabras en los enamorados. Es asistente forzosa a inauguraciones y bendiciones de casas, edificios, tiendas, oficinas, industrias y despachos. Cuida a los enfermos en innumerables camas de hospitales. Vigila en las estaciones la llegada y salida de los trenes. Sonríe a los obreros, y mira con amor al político que planea con afán la mejoría del pueblo.
Posa incansablemente para los artistas de México. Se encuentra en colegios, institutos y universidades, presidiendo la educación de nuestros escolares. Se pinta en banderas y estandartes, y tremola en el aire vibrante de la Patria.
En todas partes está nuestra Lupita. México entero se halla saturado de su imagen, de su presencia y de su amor. Todo México tiene que ver con la Guadalupe que da su nombre a personas, a villas y poblados, a tiendas, fábricas, haciendas, rancherías, granjas, colonias, teatros y hoteles. Es como si la Virgen de Guadalupe se hubiera convertido en substancia de la Patria». Por: P. Jorge Loring Catholic.net | Fuente: www.Catholic .Net
Visité La Villa un día alejado de las celebraciones, y sin embargo
costó trabajo estacionar, caminar, tanto que no pude acercarme lo suficiente al
altar donde se muestra el lienzo con la imagen de la virgen sobre la tilma,
(
tilma, era el nombre en «náhuatl», la lengua que hablaba Juan Diego, del poncho
o capa que utilizaban los indios pobres mexicanos, anudada al hombro.)
La basílica de Santa María de Guadalupe, llamada
oficialmente Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, es
un santuario de la Iglesia católica, dedicado a la Virgen María
en su advocación de Guadalupe, ubicado al pie del Cerro del Tepeyac
de la Ciudad
de México.
Es el recinto mariano más visitado del mundo, superado
solo por la Basílica
de San Pedro. Si bien las cifras que se citan no son
uniformes, anualmente unos veinte millones de peregrinos visitan el santuario,
de los cuales cerca de nueve millones lo hacen en los días cercanos al 12 de diciembre
día en que se festeja a Santa María de Guadalupe. Anualmente, la
basílica de Santa María de Guadalupe tiene al menos el doble de visitantes que
los santuarios marianos más conocidos, por lo que constituye un destacado
fenómeno social y cultural.
El Templo
expiatorio a Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe) se inició su construcción
en el año 1695 y se concluyó en 1709.
A
principios del siglo XIX, y con motivo de la construcción del convento de
Capuchinas al costado oriente, el templo sufrió graves daños, por lo que tuvo
que ser reparado.
El14 de noviembre de 1921 se colocó una bomba
con la intención de dañar la sagrada imagen, dejando como testigo fiel de este
acontecimiento un Cristo de bronce doblado tras el
estallido.
Siguieron
los daños estructurales en el edificio, y debido al hundimiento diferencial que
sufría, en 1974 El arzobispo primado de México coloco la primera piedra, dando
inicio a la construcción de la nueva Basílica. dedicada solemnemente el 12 de
octubre de 1976, la imagen fue trasladada al nuevo templo, mientras tanto la
Antigua Basílica de Guadalupe cerró sus puertas por 24 años.
En
1979 se comenzó un proceso de recuperación del edificio sobre la base de
pilotes de control, con lo que se logró nivelar nuevamente el edificio y evitar
la pérdida del mismo. Hacia el 2000 y con la etapa principal terminada, el
templo volvió a abrir sus puertas, esta vez
con el nombre de Templo Expiatorio a Cristo Rey.
Breve
recuento de un histórico lugar de culto, peregrinaje y fe del pueblo mexicano.
Aún cuesta
caminar frente a esta edificación por el declive tan pronunciado en el suelo.,
pero muestra la magnificencia de los estilos, la ornamentación, y la paz que se
respira en su interior.
La nueva
Basílica está situada al sur del cerro del
Tepeyac. El edificio fue construido a raíz de la necesidad de albergar a la
imagen de la Virgen de Guadalupe y permitir
el acceso de una mayor cantidad de peregrinos ya que la inestabilidad del
antiguo templo lo había vuelto peligroso para su uso.
El
hecho que el interior sea circular y libre de apoyos (es decir, auto-portante)
hace posible que la imagen de la Virgen de Guadalupe se pueda apreciar desde
todos los puntos interiores de la basílica.
Dicha
imagen se encuentra detrás del altar, bajo una cruz de importantes dimensiones,
en un muro con acabado similar al plafón. Para una mejor visibilidad de la
imagen, se construyó una pasarela por debajo del altar con bandas
transportadoras, que permite que los visitantes la puedan apreciar de la mejor
forma posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario