martes, 26 de marzo de 2019

JACARANDAS



Jacaranda es un género de unas 50 especies aceptadas, de las 120 descritas, de árboles y arbustos de la familia de las bignoniáceas, típicos de la América intertropical y subtropical. Se conoce vulgarmente como jacarandá, jacaranda, gualanday o tarco.
Jacaranda: derivado latinizado de su nombre vernacular nativo brasileño en Tupí yakara'na, construido con los vocablos hakuã, que tiene perfume, y renda, lugar, sitio, o sea "fragante".





Un migrante japonés está detrás de la historia, gracias a él los mexicanos pueden apreciar esa maravillosa especie de planta.
 Tatsugoro Matsumoto era un jardinero imperial en Tokio, que estudió el antiguo arte de la jardinería japonesa reconocida desde la era Muromachi (1336-1573) cuando el gusto por los jardines, los arreglos de flores y la llamada ceremonia del té hizo que mucha gente se especializara en estas artes. 
El primer país latinoamericano al que llegó Matsumoto fue Perú ya que su gobierno buscaba a alguien para diseñar un jardín en este país
El japones, comenzó su viaje en 1892 hacía Latinoamérica, sin embargo, antes de llegar a Perú pasó por México y le llamó la atención el aprecio especial por las flores y las plantas que había en nuestro país.  
El hombre, trabajó en Perú varios años, pero el gobierno de Japón le pidió ir a México. 
Fue en Perú donde conoció un rico hacendado y minero mexicano llamado, José Landero y Coss, quién lo invitó nuevamente a México, pero esta vez a su hacienda, cerca de la ciudad de Pachuca, para crear un jardín japonés. Matsumoto aceptó y decidió que quería vivir en México, viajó a Japón, vendió sus cosas y le dijo a su esposa e hijos: “Cuando haga fortuna, regreso por ustedes”, sin embargo, el jamás regresó 
Cuando la situación política empezó a estabilizarse, Matsumoto le recomendó al presidente Álvaro Obregón plantar en las principales avenidas de la ciudad de México árboles de jacaranda que Tatsugoro había introducido desde Brasil y había reproducido con éxito en sus viveros.  
Las condiciones climáticas eran las adecuadas para que al inicio de la primavera el árbol floreciera, además Tatsugoro consideró que la flor duraría más tiempo que en su lugar natal ante la ausencia de lluvia en la Ciudad de México durante esa temporada. 
La visión de Matsumoto fue certera, el árbol de jacaranda se reprodujo ampliamente en la Ciudad de México, al grado de considerarse flor nativa. Desde entonces podemos disfrutar de la magia de las jacaranda en los meses de marzo y abril.

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